"Me interesa la vida que bulle donde los cuerpos y rostros son enormemente expresivos. Mi fuente de inspiración está en los grupos que forman gentes sencillas, contándose los problemas de cada día." Rudolf Schuler

4/14/2015

La mirada de la escena


"Rudolf Schuler concentra la mirada en la escena natural que le sirve de modelo para un cuadro, reduciéndola en pocas y precias líneas en tonos de colores sutilmente diferenciados." 11 de marzo de 1982, Christina Weiss, ministra de cultura alemana.

Crítica de la exposición realizada en 1982 en Forbach

Un ciudadano del Sarre en España.
Exposición de Rudolf Schuler en Forbach.

"Le atrae la fascinación por las sombras en el paisaje del sur, en los pueblos de montaña de España. Ha conseguido captar en sus cuadros el contraste entre la luz brillante que
absorbe los colores y la penumbra mortecina de la sombra: Rudolf Schuler.

Nacido en 1931 en Grossrosseln (Alemania), estudió en los años cuarenta en Sarrebruck con Boris Kleint y Frans Masereel, y vive desde los años cincuenta en España, en Altea.
Los cuadros de Schuler, los lienzos, los dibujos y acuarelas que actualmente están expuestos en el vestíbulo del Lycée Jean Moulin de Forbach, ubicados a su vez en la galería Oeil de Théo Wolters, muestran todos una gran influencia de este paisaje. Estos cuadros originales de gran tamaño, que se podrían imaginar bien como cuadros murales, se muestran con luz adecuada en el amplio y luminoso hall del Lycée.

Rudolf Schler concentra la mirada en la escena natural que le sirve de modelo para un cuadro, reduciéndola en pocas y precisas líneas en tonos de colores sutilmente diferenciados. La escala de los suaves matices de marrón y gris sugiere el ambiente denso de estos pueblos expuestos al sol que carecen de colores. Schuler utiliza escasos medios pictóricos y expresas sus impresiones sobre la naturaleza y los humanos de forma sencilla pero con una gran sensibilidad para la impresión general.
Sus cuadros expuestos en Forbach -todos han sido hechos en los últimos dos años- se concentran en la presentación de grupos de personas, en escenas en las plazas y en el Casino. Los personajes de Schuler no tienen caras, no reproducen realmente los detalles del cuerpo sino que se reducen al movimiento, al gesto corporal. Escasos acentos de color repartidos -una prenda o un muro de colores- marcan unos puntos fijos en el cuadro. 
La reducción a los gestos y los colores apagados transmiten una melancolía extraña, pasiva, casi letárgica de las personas, al esperar bajo el sol, el silencio de la tarde. No es el lamento sobre le anonimato, sobre la falta de contactos del ser humano moderno, lo que expresan las esculturas de yeso de George Segal, pero las siluetas pintadas por Rudolf Schuler lo recuerdan, ya que fijan de forma muy veraz el movimiento corporal como expresión y el gesto del grupo de una comunidad." 

Publicado en la prensa alemana el 11 de marzo de 1982, Christina Weiss, ministra de cultura alemana. (Traducción: Steffi Brèthole)